EROS

Nocturno... vislumbrando el hedor de la carne muerta en combate tribal a mordidas, arañazos y dulces penetraciones en el urgido humedal de mi entrepierna. Esa donde fluyó el manantial llevado por el verdadero deseo de calor hecho mieles sabrozas; dónde las blancas y ligeras gracias de tu cuerpo cayeron cercanas, hirvientes, deseosas... Las manos ardientes recorriendo los trazos de lo que queda del ser adormecido de dolor y placer, en delicioso y salado aguamar obtenido tras la faena. Los ojos cazadores y amantes, cuál lobo y cordero, encienden la mente y la queman de ganas... Quebrados, rotos, deshechos... Una y otra vez hacemos de dos un sólo cuerpo, una sola alma... El sabor dulce y amargo del éxtasis donde la muerte se encuentra con la vida... Me devuelven al infernal suplicio de la realidad venida del sueño... Y despierta te encuentro en mi lecho pero sin ganas... Sin deseo... Me volteo, me toco y duermo para regresar a donde verdaderamente eres mío... Donde no te comparto... Donde somos guerreros del placer y hedonistas nos amamos el eros. Alguna vez me querrás como yo te quiero? O tengo que irme? Quizá sólo así extrañes mi cuerpo...