Vagando en la estoica inmundicia de mis pensamientos me encontré la vida que había sido arrebatada de un tajo. Encontré esas cosas que creía muertas y ocultas bajo el hechizo del autocontrol.
Los demonios que me persiguen y me hunden en las noches de terror dónde no encuentro un abrazo que reconforte el miedo, se me hacen presentes de tanto en tanto...
Y me asusta... Me asusta porque creía conocerlos a todos, mas siguen apareciendo con sus ojos vacíos, uno... Luego otro... Y otro más... Y me callan la calma y me afilan la lengua y me duermen el valor...
Y me doy horror... Por la fragilidad tan burda que llevo dentro... Y nace esta necesidad de vencerlos a cualquier costo...
A veces vienen cuando más feliz me siento... Y entonces me asusto si soy feliz... A veces vienen cuando el alma se me está descongelando... Y me dicen que no vuelva a incendiarme porque arder duele...
Quién eres? Quién soy? Qué soy?
Me pregunto si te quedarías conmigo y todos mis demonios... Te quedarías conmigo a ahuyentarlos un poco? Porque entre mis demonios y yo... Sólo hay una cosa clara... Se vayan ellos o no... Tu mano me da valor... Los exorcizamos juntos?