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miércoles, 20 de abril de 2022

ANSIEDAD

 Al filo de la soledad, recostada bajo el manto nocturno en aquellas horas de angustiosa agonía donde el lamento se hace canción para no dormir mientras el cuerpo hirviente de deseo se apaga con la indiferencia del cansancio y la costumbre de la vida. Es en aquellas noches, dónde los demoníacos ojos del vacío me incitan a mirar bajo la ventana y perderme en el olor de la noche saboreando de cara a cara el cemento pétreo de la calle, fresco y murmurante contrastante al silencio de la madrugada. 

Me levanto, respiro, giro, grito, lloro, me elevo en la necesidad taciturna del cambio. Esa loca necesidad de libertad, de amanecer un día con la trigueña sonrisa rebosando el corazón nuevamente. Y todos los miedos desbordan y se apilan y burbujean y explotan en la cabeza agridulce y llena de la idea de salir corriendo a algún lugar que no existe. El corazón delator retumba en los oídos gritando de miedo y las manos frias arrancando con fuego los cabellos deshebrados de dolor. 

Y me voy... Me abandono en las lágrimas de mis ojos cansados mientras yo misma me calmo diciendo respira... Ya volverás... Ya volverás mi niña... Porque después la muerte, siempre viene la vida...

miércoles, 6 de abril de 2022

FÉNIX

 Suspiro de amor abandonada bajo la comodidad de tu regazo cálido en fugaz inconciencia y frío en bruta realidad.

Ese en el que desaparecen los cuerpos porque aún con el deseo muerto duermes junto a mí. 

Tengo miedo de los locos que se me aparecen de madrugada para echarme en cara que no es pasión y fuego sino lástima y comodidad.

Estamos muriendo de tedio apilado en los veinticinco mil pendientes de tu nueva vida y los retazos de lo que queda de la mía. 

Ya sólo en las noches donde se duerme la calma, me siento entera y sólo en sueños te siento mío completamente. 

Me duele el cuerpo de esperar un poco más, un poco más y otro más. Dónde hay tiempo para todo y todos pero no para nosotros. 

Me pregunto si todas las promesas serán en vano... Y tu autoengaño te destruye entre polvos de nieve mientras crees que ya pasó el tormento.

Yo espero la muerte en mis ansiosas nocturnas, mientras mi deseo más grande es amarte sin que se te vuelva costumbre. 

Podríamos comenzar de nuevo?

Podríamos renacer de las cenizas que dejó nuestro último incendio?