DEL DESEO

 Trastornada bajo el oscuro rechazo de tu cuerpo... Ausente de deseo y plagado de amor va tu latido.  Me siento profana mirándote con el hambre de carne... bebiendome el éxtasis de tu sabor que ya sólo recuerdo del principio de nuestros tiempos. Y la paciencia me duele... 

Mis entrañas se incendian cada noche... Cada amanecer... Busco alivió en tus abrazos... En tus palabras... Más no me bastan... Quiero la piel rota por tus dedos, la humedad de tus labios en mis pliegues ocultos, tu éxtasis sucumbiendo sobre mi cuerpo... Y el deseo haciendo trizas los inseguros huecos de mi mente...

Vivo con el terror de que tu ayuno sólo sea conmigo... De tener que saber que me convertí en la madre, la amiga, la paz, la seguridad, la entereza, la compañía... Pero no en la amante... No en la locura... No en las ganas... No en el ardor...

Urge tu libido para curar mi ausencia... Urgen tus caricias, urge tu sudor, urge tu canción... Porque me muero... Me muero de amor fraterno... Me muero... 

DE DESIERTO Y MAR

La noche eterna y oscura alumbra mis ojos cansados. 

El cuerpo hecho brasas se hunde en escalofrío de la soledad.

La mente gira y duerme, duerme y gira

Tornado en intermitencia donde el miedo se hace presente 

Yo quería decirte no me sueltes... Más el alter ego me confesó que sin mi también vivías...

Y te creo si me dices te quiero, pero tu cuerpo me rechaza al filo de besos cortantes dónde te siento ausente 

Cruzo las dunas de tus desiertos donde a veces me siento reina, a veces mendigo y encuentro un oasis transformado en mar de deseo y nostalgia. 

Remueve mis entrañas tu roce celeste y que feliz me siento a veces!

Todas las veces que me soplas te quieros dementes en la impunidad de nuestra cama. 

Me siento diosa, 

Me siento entera... 

Y luego te alejas dejándome sólo la sal de tu océano... Y te vuelves hielo, quemas de frío y calor... Quemas de paz y guerra... Quemas de duda y certeza... Y la lluvia empaña mi vista y hablo conmigo en silencio... Para que mi lamento no entorpezca tus ideas... 

Te quiero... 

Lo sé... 

Me quieres tú como yo te quiero?

O sólo será la calma pasajera de mis valles cura temporal mientras descubres tu reflejo...?

Te quedarías conmigo?

Quisieras florecer conmigo? 

AGUJA

 Y desperté considerando la posibilidad de que realmente había sucedido...

Ahí estaba yo, tirada, mirando al techo... Con aquella aguja lanera en las manos... 

Mire mi reflejo en el espacio vacío como si fuera un cristalino espejo y sonreí... Maliciosamente tomé la punta y atravesé con fuerza la pequeña zona entre el cuello y la barbilla...

La sangre fluyó como una pequeña fuente... Y mientras moría de dolor... Mi reflejo me miraba con una mueca parecida a la alegría... Y me hacía una seña de guardar silencio como sabiendo que pronto despertaría...

Y la aguja... Atravesando la lengua brillaba entre el rojo y el negro de la madrugada... 

Verdad o mentira... Ahí estaba la aguja y ya no se movía...