El temor frío al nocturno vacío de la ausencia, siempre sanado por mis manos tibias...
Me convertí en medicina y se me cansó la vida de tanto regalarme al calor de una espera...
No quiero ser bálsamo de tantos y tantos heridos, curandera de demonios y faro de luz en puerto, más se me ha hecho ya costumbre.
Y con el paso a galope resuena en mi cabeza el te miro... Te admiro...
Sin desatar la locura del deseo no funciona...
No más...
No deseo ser más el remedio...
No más sanadora...
Deseo ser la paz, la verdad, el camino, el cambio, la energía, la emoción, los nervios, el insomnio, la pasión, la locura, la poesía, el pensamiento, la vista, el descanso, la lágrima, la risa...
Lo quiero todo...
No por fuerza, no por constancia, no por que soy lo bueno...
Lo quiero todo por razón y corazón...
Lo quiero todo o no quiero nada...