Sobre mi

Mi foto
30 Profesionista

Historias de Amor y Muerte. 4. "ATEMPORAL"

"ATEMPORAL"

PARTE 1

Eran alrededor de las doce de un viernes como cualquier otro. La luna resplandecía en el obscuro cielo, la noche era fría y todo estaba en silencio. Estaba acostada en mi cama leyendo el librillo que había encontrado arrumbado en la biblioteca de la ciudad esa misma tarde: Caminaba por el corredor en busca de algo para entretenerme cuando sentí un suave viento tras de mí, tan suave como un soplido; voltee y no había nada, pero al devolver mi vista hacia los estantes, noté al pequeño y viejo librito. Parecía que nadie se había percatado de su existencia, que no se había tocado en años; su cubierta negra estaba  empolvada y algunas hojas estaban desprendidas pero había algo en él me decía: -Acércate, Tómame, léeme... y como si no pudiera evitarlo, obedecí y lo traje a casa. Estaba casi completamente en blanco, sólo en la última hoja había una leyenda escrita en letras rojas y caligrafía perfecta que recité en voz alta: “Mi vida, mi muerte y mi alma entrego para estar a tu lado eternamente”.  Al terminar de decir estas palabras se fue la luz y tuve que finalizar mi lectura. Cerré el librillo y lo dejé sobre mi mesa de noche, recosté mi cabeza sobre la almohada y me quedé dormida. Extrañamente todo comenzó a dar vueltas, sentí un vértigo espantoso y cerré fuertemente mis ojos por un tiempo que me pareció eterno; de repente se detuvo el movimiento y pude abrirlos. Todo lucía muy extraño, como una especie de sueño profundo. Ya había amanecido y pensé que solo había sido una pesadilla. Me incorporé y salí de mi habitación. Me sentía algo mareada así que decidí sentarme unos minutos antes de alistarme para salir a trabajar. Finalmente me recobré y salí lista y aún a tiempo para llegar a la oficina. Sentí una especie de escalofrío que recorrió mi cuerpo mientras intentaba abrir mi auto por lo que solté las llaves. –Sus llaves señorita. –Me dijo una voz gruesa y profunda. Alcé rápidamente la vista y me encontré con un joven de ojos grises, hermosos, con un toque de fría y penetrante dulzura, su rostro pálido, fino, elegante y atractivo; sus labios  ligeramente gruesos y suaves y su cuerpo perfecto. –Gracias… -Contesté algo aturdida. –Buen día- dijo él, y se alejo silenciosamente. Yo me apresuré a subir al auto y a seguir con mi día pero estuve distraída toda la mañana pensando en él. Tenía algo que me resultaba familiar…Ya estaba atardeciendo así que regresé a mi casa, comí y arreglé algunos documentos que tenía que entregar ese fin de semana, volví a mi cuarto y puse un poco de música, me recosté sobre mi cama nuevamente y me quedé dormida. En mis sueños aparecieron imágenes confusas de casas con diseños viejos, personas desconocidas y ese hermoso joven al que me había encontrado ese día…

No hay comentarios: